En Montessori se cuida tanto el ambiente físico como el humano para servir al espíritu de cada niña o niño.
El espacio está diseñado y estructurado con sumo cuidado, atendiendo a cada detalle; todo lo que en él se encuentra tiene un propósito y sirve para ayudar al niño/a en algún aspecto de su desarrollo.
La profesional a cargo de la microescuela y de los grupos de juego tiene una formación y una experiencia que le permiten comprender la importancia de esta primera etapa de la vida; gracias a su habilidad para observar de manera científica, puede identificar lo que cada niño/a necesita en cada momento y adaptar el ambiente según lo requerido.
El cuidado del ambiente y la observación detallada, permiten que cada alumno/a encuentre su propio equilibrio entre calma y movimiento, satisfaciendo así sus necesidades individuales que le permitan desarrollarse plenamente.
Se busca también un equilibrio perfecto entre propuestas de actividad grupales y propuestas individuales.
Atendiendo a las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría, Andolía es un espacio libre de pantallas.
Buscamos así promover la verdadera concentración que nace de la conexión entre cuerpo y mente trabajando por un interés común.
Todos los materiales serán reales, tangibles, manipulativos y con un propósito claro que ayude a desarrollar unas determinadas habilidades físicas y psíquicas.
El espacio exterior es una extensión del espacio interior y viceversa.
Incluyendo en nuestra experiencia educativa el cuidado del huerto, la recolección de frutos, la limpieza de juguetes de exterior, alimentación de animales de granja, etc.
Habrá también a disposición de los/as niños/as, bebida, espacio de descanso y aseo para que cada uno/a de ellos/as encuentre su propia rutina de alimento, aseo y descanso sin que sea la impuesta por el grupo.
Para que esto sea posible, habrá una comunicación estrecha entre la guía y las familias y un número reducido de alumnos/as.
En este ambiente se desarrollarán tanto las mañanas dedicadas a la “Montessori Microschool” como los “Montessori Playgroups” de las tardes.
La utilizan desde el momento en que llegan al ambiente y está destinada a satisfacer las necesidades de movimiento específicas de los/as niños/as en sus diferentes etapas de desarrollo.
Permite explorar y practicar habilidades de manejo de instrumentos para la expresión plástica en papel, cartón, elementos de la naturaleza, arcilla, etc.
Expresión corporal a través del baile, el canto, tocando instrumentos, practicando ritmos, melodías, etc.
La naturaleza se ofrece dentro y fuera del aula a través del cuidado de las plantas, el huerto, los insectos y otras criaturas que nos topamos, las gallinas, los conejos, etc.
Actividades para el cuidado de uno/a mismo/a y del entorno; por ejemplo, abotonarse, lavar platos, regar plantas, etc.
Pelar y cortar frutas, amasar pan, etc.
Cuentos orales y escritos, juegos de vocabulario específico con objetos reales, miniaturas e imágenes, etc.
Sebastián Marín Fernández, quien ha llevado a cabo el trabajo de diseño de este espacio, nos cuenta:
El Pajar de Lucio se ha mantenido en la familia de Eva durante generaciones, siendo el lugar de almacenamiento del grano, secadero de paja y/o embutidos y más recientemente como almacén de aperos y maquinaria.
A pesar de ser una construcción modesta de algo más de 100 años el estado de conservación del pajar era bastante aceptable ya que la cubierta había sido reparada con anterioridad por lo que el potencial para convertirse en un espacio habitable era algo más que una idea pasajera.
El proyecto se planteó desde un punto de vista de conservación, manteniendo la esencia y el carácter del espacio aunque identificando claramente aquellos elementos y soluciones de nueva construcción con objeto de evitar un «falso histórico» o imitación de materiales antiguos. Las nuevas carpinterías que juegan un papel fundamental en la habitabilidad del espacio son de tipo contemporáneo aunque buscando la continuidad y la integración con la edificación existente.
Se proyectaron nuevos huecos en las fachadas Norte y Sur, los cuales no solo potencian la luz natural y la ventilación cruzada, sino que permiten la relación directa con el entorno y que, a su vez, pueda ser percibido por los usuarios de más corta edad mediante el uso de carpinterías de suelo a techo o con antepechos de ventana reducidos.
La elección de materiales y acabados así como las instalaciones también serían clave en el desarrollo de este proyecto. Andolia no solo debía ser un espacio calmo, seguro y moderno sino que tambien deberia ser respetuoso con sus usuarios y el medio ambiente por lo que se potenció el uso de materiales sostenibles y bacteriostáticos naturales como el linóleo, pinturas exentas de emisiones y disolventes o equipos de calefacción, producción de agua caliente, ventilación e iluminación de alta eficiencia energética y/o energía limpia-renovable como la aerotermia.
Andolía Montessori Place está ubicada en El Franco, Asturias. Aquí, creamos un entorno único donde la naturaleza, la calma y el respeto se integran en el día a día de los niños y sus familias.
Atendemos a niños y niñas de 0 a 3 años en un entorno natural y tranquilo, ubicado en El Franco (Asturias). Recibimos familias de Ribadeo, Navia y La Caridad que buscan una educación respetuosa y basada en la pedagogía Montessori.
De 6 meses a 3 años, adaptándonos al ritmo de cada peque.
Sí, puedes traer a tu hijo/a desde las 08:00 hasta las 15:00.
Sí, hacemos visitas personalizadas para que conozcas nuestro ambiente.
Sí, los lunes y miércoles de 17:00 a 18:00 realizamos Playgroups para familias.
Mañanas – Montessori Microschool
Lunes a viernes de 09:00 a 13:00 (ampliable). 2, 3, 4 ó 5 días a la semana
Horario ampliado: de 08:00 a 15:00 (con reserva)
Tardes – Montessori Playgroups
Lunes y miércoles de 17:00 a 18:30
